Hace unos años acompaño el desarrollo de las personas para que puedan ser su mejor versión y utilizarla para promover un mundo, en cierto nivel y grado, más justo. Observo, que muchas de estas personas tienen severas limitaciones al admitir en qué son buenas, que tienen cualidades y habilidades y que pueden usarlas. Entonces, ¿cómo lidiar con el curioso fenómeno de «avergonzarse de ser bueno»?
En el proceso de cuidar la calidad de lo que entrega, una persona necesita cuidar la calidad de su relación consigo misma y saber qué la limita y que la potencia.
Pero, ¿por qué tenemos la facilidad de notar en qué no somos buenos y una inmensa dificultad para nombrar lo que ya tenemos como bueno, nuestras fortalezas…?
Podríamos pasar unas buenas horas detallando lo que hace que eso suceda. Limitaciones culturales, estilo de crianza, estructura social… Incluso podríamos nombrar los sistemas artificiales modernos como machismo y racismo estructural, capitalismo, imperialismo… Añadir en estas capas, género, color, lugar de nacimiento, expresión sexual, educación escolar… ¡Uf, la lista puede ser inmensa! A medida que vamos creciendo, las cuerdas del sistema van tensando y restringiendo nuestra libertad, nuestra individualización para tratar de encajar en un molde, en un patrón perfecto. Resulta que este molde no está prescripto por nadie, no importa realmente.
Asumir que lo social perfecto no existe, es el primer paso para aflojar estas cuerdas. Luego, conocer el sistema que implicaba nuestro desarrollo, nombrando las expresiones de los sistemas en su formación. La libertad se gana, no se da. Así que nunca será un camino sencillo, por supuesto. Después de todo, si encuentras un camino libre, no es tuyo, seguro es de alguien. Sí, estos caminos ancestrales y predecesores que ya han sido abiertos hacen espacio en el sendero, pero nada reemplaza la necesidad de abrir el camino.
Con la libertad de no ser perfecto para ser bueno, y no necesitar ser el mejor para tener valor, ¿qué reconoces bien en ti? ¿Qué cosas pequeñas y grandes te hacen sentir alegría cuando las puedes expresar? ¿En qué dicen que eres bueno?
Cada uno es un universo lleno de posibilidades. Obviamente, hay un gran espacio oscuro de nuestras sombras pero al mismo tiempo hay muchas estrellas en él. ¿Cuáles son las tuyas? Si no creciste escuchando palabras afirmativas sobre lo hermosx o inteligente que eres, ¿qué te gustaría oír? ¿Por qué no te lo dices a ti mismo?
Recientemente vi un video de un niño en el que dice cada mañana de camino a la escuela: «¡Soy inteligente, tengo la bendición de poder hacer lo que quiera!». Porque si te digo: Eres bueno, eres hermoso, perfecto, alegre, fuerte, y traes todo el potencial de ser un buen ser humano. Además de fortalecer tu estima por ti mismo y gastar menos energía en lo que el sistema quiere que seas; conocer, nombrar y concentrarte en tus fortalezas, mejora tu vida a todos los niveles.
Muchos estudios de psicología positiva indican que las personas que se centran en sus fortalezas, en lugar de sus debilidades, mejoran sus rendimientos hasta 10 veces. Es ciencia decir que mirar el vaso medio lleno nos lleva a llenar el vaso más rápido que verlo medio vacío. No es optimismo, es sólo enfoque. Al final todo lo que pones tu atención crece. Este es el enfoque necesario para la transformación soñada, ya sea en el mundo, en tu carrera o en vos mismo.